Javiera Rossi, medallista de Olimpiada Matemática Nacional 2020
29 de Diciembre de 2020
En tiempos de pandemia y en cuarentena, nuestros estudiantes han buscado diversas formas de seguir aprendiendo y participando de actividades que les motivan. Javiera Rossi, estudiante de tercero Medio del Colegio Santa María de la Cordillera es un ejemplo de ello.

¿En qué programa participas?

He participado en varios programas a lo largo de la cuarentena. Desde 8° Básico que voy al entrenamiento femenino de la Universidad Católica. Ahí me empezó a interesar la matemática y empecé a ir de forma regular hasta que ese mismo año fui a las olimpiadas y me fue bien, llegué a la final y me invitaron a participar de otros entrenamientos que eran más avanzados. Me daba miedo, porque las niñas sabían mucho de esta área, pero siguiendo en los entrenamientos de matemática, después me empezaron a interesar estas cosas relacionadas con competencias, con olimpiadas. Y es así como este año, en primavera, participé en las Olimpiadas Nacionales y obtuve  medalla de bronce.

¿Tuvo un impacto en tu vida personal y la forma en que te sentías contigo misma?

Totalmente, porque cuando empecé no me sentía tan capaz o la más inteligente, porque no tenía las mejores notas, por eso no me llevaban a las olimpiadas antes. Después, la matemática se hizo parte de mi vida diaria.

¿Quiénes han sido tus pilares para poder desarrollarte en tus actividades?

Yo creo que principalmente mi familia. Me han apoyado en todas las decisiones que he tomado. Ellos eran los que siempre me llevaban, mi mamá y mi papá, a los entrenamientos. Mi mamá es la que siempre me dice “deberías estudiar esto o esto otro” y ellos son los que me dan ese apoyo en lo que me gusta. También el colegio ha sido un gran aporte, porque me dio la oportunidad de integrarme en el área de la matemática. De hecho, yo me enteré del entrenamiento por el profesor Ureta, quien me avisó y empezó a insistir. También mis amigos, que siempre me han apoyado en todo.

¿Cómo fue el manejar todos tus deberes del colegio con los que tomaste por decisión con la pandemia y la cuarentena?

Para mí la pandemia fue un momento de crecimiento personal en diferentes ámbitos. Cuando comencé la cuarentena y dije “No sé qué hacer”. No podía ir a las clases al colegio ni a la universidad, entonces empecé a buscar qué hacer y llegué a una academia de ingeniería de la Fundación Ciencia Joven. Ahí empecé a meterme más en el área de la ciencia desde mi propia casa. Conocí a jóvenes con los mismos intereses que yo, de otros países y de otras partes de Chile.  Creo que eso fue clave para lo que fue la cuarentena, porque he aprendido muchísimo a pesar de estar en mi casa. Participar en otras actividades, además del colegio, ha hecho distraerme de mi vida en encierro. Siempre me ha gustado participar en otras cosas, en organizaciones que buscan democracia en la educación o soluciones medioambientales. Creo que me he educado bastante en los que son los adelantos que podemos hacer los jóvenes; podemos hacer muchas cosas.

¿Qué les dirías a tus compañeros menores que están comenzando a identificar sus intereses?

Que hagan las cosas sin miedo. Yo creo que los jóvenes podemos hacer grandes cosas. Siempre nos han dicho que los jóvenes somos el futuro, pero yo creo que también podemos ser el presente; podemos ser agentes de cambio ahora y lograr cosas a través de la Educación y que no se queden solo con su vida de estudiantes en el colegio, sino que pueden ir más allá.

 

Fe de erratas: en la Revista Fundación Chaminade Informa de diciembre, se menciona que Javiera es estudiante del Instituto Linares, pero es en realidad estudiante del Colegio Santa María de la Cordillera.

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