Se trata de vivir de manera especial en este tiempo la familia como espacio privilegiado de dar y recibir amor. Qué bueno sería que en este mes nos esforzásemos para dar más tiempo a la propia familia, estar más ratos juntos, cuidar la convivencia, superar las pequeñas o grandes tensiones que se puedan estar dando en ella, estar atentos a lo que necesita cada uno de sus integrantes. En una palabra poner empeño en hacer más felices a los miembros de mi familia. Y sin olvidarnos que la familia que reza unida permanece unida, dejando penetrar así  el espíritu de la Sagrada Familia en el propio hogar.

Como Familia Marianista peregrinamos al Templo de Maipú  para dar, a los pies de la Virgen del Carmen, gracias al Señor por los 200 años de vida Marianista.

En la celebración de la fiesta patronal de la Capilla San Francisco queremos pedir por mediación de su santo patrono que crezcamos en amor solidario hacia los más pobres y en este tiempo hacia nuestros hermanos emigrantes.

P. Alvaro Lapetra, sm Párroco

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