Tengo la plena convicción en que la forma en que estamos educando debe cambiar. No podemos tener en nuestras aulas alumnos desmotivados y permitir educandos sin sueños; por lo tanto tenemos las bases para hacer una educación integral y lograr una innovación en lo pedagógico, humano y pastoral.Estamos invitados a cambiar con sentido y pasión para lograr que nuestro colegio se convierta en una experiencia renovadora, integral para todos(as) aquellos(as) que lleguen a nuestro colegio. Los procesos de innovación requieren un fuerte liderazgo,convicción y decisión para llevarlos adelante a pesar de las dificultades. Las obras educativas Marianistas deben mantener la luz,sal y también en fuego que enciende otro fuego, para así; hacer de la educación una luz que alumbre el mundo del mañana.También debe estar acompañada de grandes desafíos cómo:calidad,inclusión e integridad y un gran hilo conductor de la pasión educativa. No podemos olvidar que la tarea de los educadores es como la del director de orquesta;"Los instrumentos los tocan realmente los estudiantes".

Me parece excelente la labor de incluir idioma ingles desde la etapa preescolar, más creo dada la evolución del mercado laboral y las barreras de entrada que tendrá, que pensar en solo en el inglés, solo será considerado como base, a nivel superior me refiero (pensando que el objetivo de la institución es que nuestros hijos sobrepasen la educación superior) no como un plus, para esto es ideal que nuestros niños dada su plasticidad a esta edad se enfrenten a la posibilidad de un tercer idioma aparte del nativo y el estandarizado inglés, tal vez, el Alemán, Chino o Japonés, dados los niveles de profesionales e inversiones extranjeras, serian una real y potente herramienta.

Pienso que la innovación en el ámbito de la educación es un desafío para todos los estamentos que conviven en una comunidad educativa, y no es sólo un trabajo que deban desarrollar los docentes en el aula. Es necesario, para esto, que se facilite la convivencia de reflexiones desde distintas perspectivas que nos lleven a un trabajo en conjunto, y por ende, mucho más complejo, en el buen sentido de palabra. Personalmente creo que la propuesta de innovar en la promoción del gusto estético y la sensibilidad artística es un aspecto que se debe potenciar en nuestra comunidad educativa. Creo firmemente que la integración de este aspecto a la educación de cualquier ser humano, potencia de manera exponencial diversos ámbitos de expresión. Nos enseña a interpretar lo que vemos, a cuestionarlo, a preguntarnos por los cánones establecidos, y en general, nos enseña a adquirir una habilidad que potencia el reconocimiento de la autonomía de cada individuo. Comparto la reflexión de varios compañeros de trabajo, que cuando hablamos de innovación en la educación no estamos necesariamente refiriéndonos a la incorporación de elementos tecnológicos avanzados. Pienso que el llamado a pensar la educación desde la innovación nos remite a incorporar perspectivas diferentes y prácticas nuevas que ayuden a desarrollar una conciencia crítica en cada una de nuestras disciplinas. Sólo una vez que reflexionamos sobre nuestros métodos de educación, podemos incorporar elementos que nos permiten generar experiencias educativas significativas. En mi caso como ex alumna, que hoy ha vuelto a trabajar al lugar donde estudió, mi asombro al encontrarme con una biblioteca amplia y de estantería abierta, fue mayor. Me fui de este colegio con una pequeña biblioteca mediada completamente por un encargado, donde nadie podía saber qué había y qué no había ahí. Hoy, en cambio se ha abierto a la comunidad, a la curiosidad, y a la responsabilidad que todo esto conlleva. Poder pensar el mismo lugar, desde otra perspectiva, con una nueva función, o con un nuevo propósito, es justamente innovar. Innovar en educación es lograr, con aquello que ya poseemos, una nueva forma de relación entre los estudiantes y el conocimiento que adquieren en los distintos ámbitos de su vida.

Creo que habitualmente al pensar en innovación, pensamos en tecnología y en la nueva era que enfrentamos al encontrarnos con estudiantes que se encuentran inmersos en ella, es decir la gran intriga de como enseñarles y como motivarlos ha aprender nos llevan a una constante búsqueda. Sin embargo, creo que cuando comenzamos a combinarlo y a mirarlo de la mano de la inclusión, nuestra mirada debe cambiar y con ello, ampliarse y hacernos ver más allá de los materiales o recursos que debemos incorporar a nuestras prácticas educativas, nos permite comenzar a mirar la diversidad de estudiantes que tenemos dentro del aula, reconociéndolos como seres independientes, con capacidades únicas e intereses propios, es decir, detenernos a saber de ellos, conocerlos, escucharlos ya nos hace innovadores, porque permitirles ver que nuestra labor como educadores va más allá de entregarles contenidos dentro del aula y hacerles saber que nos interesa su formación integral al guiarles en su camino hacia el futuro como personas completas y plenas, nos llevarán a mantener y potenciar la calidad de formación que tiene la educación marianista, buscando reconocer y cubrir sus necesidades de apoyo, además porque al abrir las puertas a la inclusión, estamos abriendo las puertas a que todo niño, joven y familia que se sume a la formación marianista, logre fortalecer sus capacidades y potenciar el desarrollo de nuevas habilidades que hagan de sí, una mejor persona en el futuro.

Uno de mis alumnos una vez me preguntó “Teacher ¿Por qué tenemos que aprender inglés? Mi respuesta fue “Debemos aprender inglés porque el saber un nuevo idioma no nos hace menos latinos si no que al contrario nos hace latinos mejor preparados para enfrentar los desafíos del mundo actual. El manejar idiomas nos permite tener una mejor comunicación con el resto del mundo que quizás por la confusión idiomática limita que nuestros proyectos de vida se encuentren alineados hacia la búsqueda y vivencia de los valores que el mundo nos exige cada día. La comunicación es clave en el entendimiento humano para así evitar las terribles diferencias religiosas que estamos experimentado en la actualidad. Si el Idioma Ingles ayuda en la comunicación con el otro, bendito sea.Espero en Dios que la comunicacion sea un punto clave en este nuevo Congreso Marianista.