CONSTRUYENDO ESPERANZA
12 de Marzo de 2010
Mensaje a Familia Marianista y a los amigos
"Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana; inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo o desamparado; ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de amor y de verdad, de libertad, de justicia, de perdón y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando".

Quise comenzar con estas palabras para dar un sentido y una mística a las acciones que hemos estado desarrollando en el "Proyecto Servir", actividades que han estado centradas en atender las múltiples necesidades presentadas por distintas personas, en distintos lugares de nuestra región del Maule, como han sido los sectores de Linares, Longaví, Sauzal, Purapel y Putú. En cada uno de estos sectores un grupo de 100 voluntarios aproximadamente, entre jóvenes y adultos, de distintas edades, vinculados a la familia marianista de Linares, han colaborado en las diversas actividades que hemos impulsado.

La primera actividad desarrollada fue generar un diagnóstico rápido de cada uno de estos sectores, detectando en ello múltiples situaciones problemáticas, que van desde la pérdida de la vivienda, pasando por la carencia de alimentos y agua, como también la necesidad de medicinas, los cientos de personas heridas y, en algunos casos la pérdida de un ser querido, como también la gran cantidad de personas que se encuentran con situaciones emocionales estresantes y en algunos casos, personas que aun no superan su estado de shock.

En respuesta a este diagnóstico se implementó un plan de apoyo en distintas áreas de trabajo, contando con la colaboración desinteresada de muchos jóvenes, en su mayoría exalumnos del Instituto Linares. Las áreas de trabajo implementadas fueron las siguientes:

A. Área de recolección de alimentos y agua: un grupo de jóvenes se dedicó la primera semana a visitar las familias de Linares que no fueron afectadas por el terremoto, con ello pudimos contar con los primeros alimentos no perecibles y agua. Actualmente los jóvenes trabajan en distintas acciones que nos permiten dar los alimentos necesarios para las familias afectadas. Además, son los responsables de organizar/ordenar las ayudas de alimentos, vestuario y medicinas que llegan al Instituto Linares.
B. Área de acompañamiento familiar: en este nivel de trabajo ha sido importante contar con la participación de varios adultos, quienes están haciendo un trabajo misionero de calidad, centrado en escuchar el dolor de las personas y en dar esperanza a cada uno de ellos, luego de esta experiencia que hemos vivido como país. En varias de las familias hemos podido hacer oración y entregar además los altares de la familia.
C. Área de construcción: se formó un equipo de veinte ex alumnos aproximadamente del Instituto Linares, quienes atienden las necesidades de las personas que solicitan retirar los escombros de sus casas destruidas. Además de ello, se preocupan de reinstalar las techumbres o levantar paneles de madera, ya que otra de los aspectos que nos apremia es la llegada del frío en pocos días.
D. Área de apoyo psicosocial: Esta área se formó con psicólogos y trabajadores sociales voluntarios, quienes se han dedicado a visitar las familias que en su mayoría han sido afectadas, de una u otra manera, a nivel psicológico, dando contención emocional a la población. En estos momentos se está elaborando un plan de acompañamiento en el sector de Sauzal, en donde el 90% de su población a perdido su vivienda y Putú, en donde el porcentaje de familias afectadas es mayor, al combinarse los efectos estresantes del terremoto y el maremoto. Este trabajo estará diseñado para dos meses, los días sábados y domingos. En esta área esperamos contar con otros profesionales para prestar un apoyo.
E. Área de comunicaciones: esta es un área importante de trabajo que ha permitido informar a la comunidad de Linares las necesidades que aún no estaban cubiertas por las donaciones que estábamos teniendo. Junto a ello ha sido un área que convocó decenas de voluntarios y que continua gestionando recursos para brindar un apoyo concreto a las familias.

Misión y servicio, fueron las palabras que acompañaron el quehacer pastoral de la comunidad educativa del Instituto Linares el año 2009, y que hoy en esta nueva realidad cobra nueva fuerza. A partir de esta experiencia esperamos responder a la misión que Dios nos pide, misión que es generar espacios de amor, de acogida, de misericordia, espacios que se concretan en las diversas experiencias de servicio que han surgido y que seguirán surgiendo entre los voluntarios. Sin duda que Dios ha estado presente en cada gesto y palabra de consuelo, de amor. Seguimos pidiendo a Él que nos regale entrañas de misericordia y de amor ante las múltiples situaciones de dolor por las que atraviesan cientos de hermanos chilenos.

Desde estas líneas queremos agradecer a todos quienes se han comprometido con cada una de las acciones implementadas, a quienes nos han hecho donaciones de comida, medicina, agua, materiales de construcción, transporte y tantos otros insumos que hemos recibido. Sin duda, que sin estas colaboraciones no hubiésemos podido atender a las familias que nos han pedido ayuda y que nos siguen pidiendo colaboración.

Al leer esta carta quizás algunos se preguntarán y ¿qué viene ahora?, y es esa misma pregunta la que nos formulamos a diario en el equipo, y la respuesta espontánea que nos surge es acompañar a nuestros hermanos en su situación concreta, acompañamiento que queremos realizar en forma humana y profesional, entendiendo que no podemos acompañar a todos los afectados por el terremoto y tsunami, pero sí, podemos acompañar a las personas de Putú y Sauzal, pueblos que se encuentran vinculados a la Familia Marianista, por la experiencia de misiones que hemos realizado en distintas épocas. Es a estas personas que queremos ofrecer nuestras redes de apoyo, que contribuyan a levantar la vida de tantas personas. Queremos comprometernos en volver a brindarles la posibilidad de una vida digna, contando con el apoyo de la familia Marianista, sumado al aporte del Estado de Chile.

Esperamos que muchos colaboren con nosotros, que nos ayuden a ayudar, hemos sentido compasión de nuestros hermanos, en muchos momentos nuestras lágrimas también han caído al escuchar tantas historias y experiencias que han tenido que vivir, nuestros brazos se han abierto para abrazar a decenas de adultos mayores que han perdido la casa que han construido a lo largo de la vida, abrazar a tantas madres jefas de hogar, mujeres de esfuerzo, que han luchado y seguirán luchando por ofrecer a sus hijos una vida digna. Sin duda que esta experiencia nos ha humanizado y nos ha abierto al misterio de Dios.

Les invito a que nos ayuden a construir esperanza, a reconstruir la historia de tantas familias, todo ha cambiado desde la madruga del 27 de febrero de 2010, hay un antes y un después en cientos de familias, y de eso estamos siendo testigos. No podemos quedar inmunes al dolor de nuestros hermanos, y agradecemos a todos quienes han colaborado y que puedan seguir colaborando.

Concluyo esta carta, haciendo presente a María, nuestra Madre, que ella nos ayude a encarnarnos en nuestra realidad, que podamos cultivar sus actitudes de disponibilidad y servicio, que mantenga en nosotros la sensibilidad para escuchar y amar a nuestros hermanos. Que María acompañe a nuestro pueblo.

Hno. Dante Galgani, SM
Religioso Marianista

Centros de recepción de ayuda:

• Colegio Santa María de la Cordillera. Avda. Gabriela #662. Puente Alto, Santiago. (Contacto: P. Jesús Herreros, SM) - Tel: 0056 2 3699238 -
• Instituto Linares. Chacabuco 566. Linares. (Contacto: Prof. Mónica Pinochet) - Tel: 0056 73 633525 -
• Cuenta corriente:
Banco de Chile
Titular: Compañía de María - Marianistas
N° cuenta: 01100031-07
Rut: 81.795.162-7

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