Conmemoramos 15 años de la beatificación del padre Chaminade
03 de Septiembre de 2015
El 3 de septiembre de 2000, el Papa Juan Pablo II nombró beato al Padre Guillermo José Chaminade, luego de que se le atribuyese la curación inexplicable de Elena Otero, una mujer argentina que padecía cáncer de pulmón.

A la ceremonia de beatificación asistieron 66 compatriotas en representación de la Familia Marianista de Chile, que felizmente pudieron presenciar este momento. 

Les compartimos estas notas tomadas del P. Lorenzo Amigo, SM. El P. Chaminade, sacerdote, publicadas en el último boletín del CELAFOM:

Celebrándose este 03 de septiembre (2000) un aniversario más de la beatificación de nuestro Fundador presentamos aquí algunas reflexiones sobre nuestro Espíritu Interior.
Para el P. Chaminade hablar del espíritu interior es lo mismo del espíritu de fe y de oración: “ Para no perder este espíritu interior, las Hijas de María se ejercitan mucho en la oración mental, en la pureza de corazón y en una digna recepción de los sacramentos », EP I, 7).
En el Consejo dirá que la oración es el medio para adquirir el espíritu interior. Si no se hace progreso en la oración, la vida interior va mal (Consejo, 8 diciembre, 1818”, EP V, 30.2). En el acta, redactada por David Monier, se lee: “la oración es lo esencial, lo demás lo suplirá… se proponen algunos ejercicios en latín para reforzarse, pero lo esencial es lo interior: es necesario ocuparse seriamente de ello. Por lo demás recibiremos lo que Dios quiera” (“Consejo del 2 diciembre, 1819”, EP V 40, 1).
En 1819, la primera conferencia a las Religiosas de la Misericordia, Chaminade dirá: “El estado religioso, hablando con propiedad, es sólo un estado y una vida de oración… el espíritu interior es el alma del estado religioso” (“Conferencias en la Miséricorde de Bordeaux”, EP V, 46, 7 y 9).
Pero va a ser sobre todo en el Retiro de 1821 donde va a desarrollar más ampliamente el tema: El espíritu interior es el espíritu propio de la Compañía de María (Cf NR, I, 439, “Retiro de 1821, Meditación 18ª”). En la Carta a los predicadores de Retiros, 24 de agosto de 1839 afirma: “El espíritu del Instituto es el espíritu de María: esto explica todo. Si sois hijos de María, imitad a María” (NR I, 656). María, modelo de espíritu interior. ¡MANOS A LA OBRA!

Fuentes: Ágora Marianista, Boletín CELAFOM, Webcatólicodejavier.org, Juanpablo2do.blogspot.cl

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