El 22 de enero nos congregamos para dar gracias a Dios, porque sigue suscitando personas que consagran su vida al servicio de los demás al estilo de Jesús, como lo hizo el Padre Guillermo José Chaminade.
Después de haber vivido con votos temporales por un mínimo de tres años, un religioso marianista puede solicitar su profesión perpetua en la congregación. Además de los votos de castidad, pobreza y obediencia, los marianistas, profesan un cuarto voto que es el de estabilidad, por medio del cual consagran su vida de forma permanente a María y se comprometen a la permanencia total en su compañía. Como es el caso de nuestro hermano Daniel.
Nos sentimos especialmente jubilosos por la entrega generosa que hizo el Hno. Daniel Orellana al confirmar su pertenencia a nuestra Familia Marianista y nos unimos a la dicha que embarga a su familia al ofrecer a su hijo para el servicio de la construcción del Reino.
En esta fecha tan especial para todos nosotros, al celebrar la fiesta del Beato Guillermo José, deseamos reconocer su pasión y misión de formar a personas fuertes en la fe, seguras en la esperanza y constantes en el amor que nace del Padre.
También, jóvenes de nuestras obras fueron enviados, como misioneros, para compartir y crecer en la fe de la mano de María nuestra Madre.