30 pesos gatillaron la explosión de tantos problemas no resueltos con los que viven la inmensa mayoría de nuestros vecinos: pensiones miserables, sueldos que no alcanzan para vivir dignamente, atención sanitaria precaria, medicamentos  caros, movilización que consume buena parte de los ingresos familiares, ineficacia del poder legislativo,  impunidad de la justicia, instituciones desacreditadas…  Pero, ¿justifica  todo ello el sobrepasar el derecho pacífico a denunciar la injusticia protestando y exigiendo mejoras, con la ira y el bandidaje? Claramente no. Cada uno debemos preguntarnos cómo aportar de forma pacífica y democrática un grano de arena a la sana convivencia ciudadana y a mejorar la vida de los más desfavorecidos.

Terminamos el mes de octubre, mes de la Familia y de las Misiones, con los dramáticos acontecimientos que se vivieron en el país y especialmente en Santiago. Ahora en noviembre comenzamos el Mes de María. Que ella, tal como se lo pedimos en la tradicional oración de este mes, nos siga ayudando a acercarnos a su Hijo Jesús y a amarnos los unos a los otros como hijos de una misma familia de la que es madre, viviendo así en una concordia fraternal.

P. Alvaro Lapetra, sm Párroco

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