En el mes de la Patria es bueno reavivar los sueños de nuestros grandes hombres, como lo fue el cardenal Raúl Silva Henríquez, para seguir esforzándonos en convertirlos en realidad. El soñaba y nos invitaba a hacerlo con una Patria:

+ En la que todos los hombres y mujeres de cualquier condición social, de cualquier pensamiento político, de cualquier credo religioso sean respetados y valorados.

+ Que destierre los egoísmos y ambiciones para convertirse en un Chile solidario.

+ Donde se pueda vivir el amor. Porque nada sacamos con mejorar los índices económicos o con levantar grandes industrias y edificios, si no crecemos en nuestra capacidad de amar.

+ En la que se escuche a los jóvenes y se les responda como ellos merecen.

+ Que vuelva su mirada al Señor y confíe en la ayuda de María para convertirlo en realidad.

A todos nos toca materializar estos sueños para que no se queden en buenos deseos.

Septiembre es también el Mes de la Biblia. Dios nos habla a través de ella. Acoger su Palabra y esforzarnos en llevarla a la vida personal, familiar y social es un hermoso desafío. Ante él no seamos indiferentes.

P. Alvaro Lapetra, sm Párroco

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