Encuentro de CLAMAR en Lima
20 de Julio de 2019
Los religiosos marianistas de latinoamérica se han reunido una semana en Lima con los cuatro integrantes de la Administración General venidos de Roma. Allí han reflexionado sobre diversos temas y han querido compartir un mensaje para toda la familia marianista.

Mensaje a los integrantes de la familia marianista de América Latina

Estimados hermanos y hermanas de la Familia Marianista:

Nos hemos reunido en Lima durante una semana 35 religiosos marianistas de América Latina juntos con los cuatro integrantes de la Administración General venidos de Roma. Hemos orado, compartido muy bien, reflexionado y nos hemos animado mucho a vivir con verdadera pasión las propuestas del Capítulo General. En él se nos invitó a cambiar de perspectiva en nuestras vidas para llegar a ser el hombre que no muera y a entregarnos con verdadero entusiasmo a vivir el carisma recibido del Beato Guillermo José y Beata Adela en y con toda la Familia Marianista.

Desde Perú lo primero que queremos hacer es saludar con palabras muy fraternas a las religiosas marianistas (FMI), a las integrantes de la Alianza Marial (AM), a los integrantes de las Comunidades Laicas Marianistas (CLM), a los religiosos que no están presentes y a todos los religiosos del Continente. Con todos ustedes agradecemos al Señor el Carisma Marianista, renovamos la entrega para vivirlo en nuestros días y en América Latina con generosidad e intensidad, y reafirmar nuestra esperanza de que esta opción nos llevará a una vida y misión compartida muy fecundas. Estamos también convencidos de que ser y proceder como “familia carismática” es un claro testimonio profético para toda la Iglesia. Hemos llegado a un momento en el que podemos avanzar significativamente en el fortalecimiento de la experiencia de ser Familia.

La convivencia y el intercambio de esta semana, a la luz de las propuestas que nos hiciera el Capítulo General, nos dejan con un ánimo, una pasión y una convicción que quizás no eran tan consistentes al llegar a Lima. Este don que hemos recibido queremos ofrecerlo a ustedes y darnos  todos a la tarea de multiplicarlo en nuestras Familias Marianistas de cada país. Por nuestra parte queremos vivir con verdadera pasión el carisma marianista a fondo y ser para ustedes y con ustedes Familia Marianista, y entregarles lo mejor de nosotros. Estamos convencidos, también, de que lo mejor de ustedes va a llegar a nosotros. Lo necesitamos y lo vamos a acoger con sencillez y agradecidamente. Ninguno es superior a los otros y todos nos necesitamos. Entre todos tenemos que  cultivar un afecto mutuo que nos hará mucho bien y una colaboración que impulsará la misión compartida y una real sinergia que favorecerá a toda la Familia Marianista.  

Vamos a encontrarnos pronto a nivel Continental para darnos o mejorar las estructuras  de organización, animación y gobierno que necesitamos. Lo requiere la vivencia conjunta de nuestra espiritualidad, convivencia, misión y formación; lo necesitamos para nuestro crecimiento personal y comunitario en santidad y para el fortalecimiento de nuestro servicio misionero para el mundo y sobre todo para los más pobres. 

Para estrechar cada vez más los vínculos de esta Familia carismática marianista de cada país les enviamos unas sugerencias que vienen de nuestro Capítulo General. Estamos convencidos  que si las hacemos vida van a ser buenos y abundantes los frutos, y grande el  crecimiento como Familia Marianista. Por supuesto, por nuestra parte, nos comprometemos a lo mismo que les proponemos: queremos trabajar cada vez más con ustedes  y como ustedes.

Estas sugerencias son:

 • Avanzar en la formación en común.

 • Generar lugares de presencia marianista en los que las diferentes ramas compartamos oración, formación, celebración y misión.

• Abrir caminos de discernimiento en común de la misión marianista y considerar la posibilidad de llegar a proyectos misioneros compartidos en los países.

• Diseñar y animar proyectos y trabajos vocacionales conjuntos.

• Promover medios para la buena comunicación entre las Ramas y sus integrantes. 

• Cultivar el conocimiento de los testimonios de santidad que se han dado en la Familia Marianista.

• Crear y fortalecer los Consejos de Familia locales o a nivel país.

• Estudiar y promover la organización de encuentros de Familia locales y nacionales.

La Familia Marianista ha estado presente como hilo conductor de nuestro encuentro limeño y lo estará cada vez más en nuestra vida cotidiana. María, nuestra Madre y Maestra, nos invita a todos a “hacer lo que Él nos diga”. Así la Familia Marianista será verdaderamente la Familia de María y nos animará su espíritu. El apoyo y la ayuda de todos y cada uno de los que integramos esta gran familia carismática será indispensable. Gracias, desde ya, por la buena acogida de este mensaje por parte de ustedes y la estupenda colaboración de todos, que brota de lo que somos, hermanas y hermanos. Hacemos oración nuestros grandes deseos:

Familia Marianista,

Eres pequeña, pero creces; estás en camino.

Frágil pero llena de esperanza; tienes dudas, pero crees.

Alza los ojos, contempla y ora mucho.

Jesús y María están siempre contigo.

Eres la Familia de María,

en la que todos quieren ser las mujeres y los hombres que no mueran.

 

Religiosos marianistas de las Comunidades de América Latina

Lima, 13 de julio de 2019

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