Tal como lo establece la Regla de Vida de los religiosos marianistas, “el Capítulo General es la suprema autoridad de la Compañía de María. Se celebra al menos una vez cada seis años. Determina las líneas de acción y los objetivos para toda la Compañía, y elige al Superior General y a los miembros del Consejo General. Su fin es asegurar la fidelidad al espíritu de nuestra fundación y la adaptación constante a las necesidades de cada época”.
Todo Capítulo tiene una temática, que en palabras del Superior General de la Compañía de María, Manuel Cortés, este año "tenemos por delante una tarea muy importante, que puede aportar frutos significativos a nuestra vida y a nuestra misión marianista de cara al futuro. Todo depende de la seriedad, la ilusión y el empeño que pongamos en ella todos y cada uno de nosotros. Ayudémonos, estimulémonos mutuamente. Y, sobre todo, pidamos la ayuda del Espíritu y el acompañamiento de María. Recogiendo el testigo de los doscientos años de historia de la Compañía, sintámonos otros Chaminade, herederos de su coraje y de su entrega por el evangelio".
Este Capítulo General puede ser seguido a traves de Twitter, Facebook y Youtube. También puede suscribirse al boletín que están realizando para mantener informada a la Familia Marianista en marianist.org o el siguiente link.
Oración por el XXXV Capítulo General de la Compañía de María
Padre amoroso,
Tú nos has formado
como hombres a semejanza tuya
y nos has compartido tus dones
de entendimiento y creatividad.
Derrama tu Espíritu Santo sobre nosotros
para que podamos discernir,
con audacia y prudencia,
el camino que nos invitas a recorrer.
Haznos hijos cada vez más fieles de tu servidor
Guillermo José Chaminade.
Que seamos lo que nos llamó a ser:
“otros hijos de María”,
conformados a semejanza de su adorable Hijo.
Haz que, como hermanos unidos en la oración y
en la misión, seamos “el hombre que no muere”,
con un ferviente compromiso
por la salvación de las almas
e incansables en nuestros esfuerzos
por formar comunidades de fe.
Haz que, llenos de agradecimiento por nuestros
dos siglos de vida apostólica y de misión,
miremos el futuro con esperanza y valentía.
Guía Tú las deliberaciones y decisiones
de nuestro Capítulo General.
Inspira a los capitulares a estar atentos y vigilantes
como lo estuvo María en Caná.
Abre sus oídos para escuchar con fe,
y sus corazones para responder con obediencia
a las necesidades de la Iglesia y de nuestro mundo,
de modo que podamos, todos juntos como
hermanos, responder de manera fiel
y fructífera a la invitación de María:
“Hagan todo lo que Él les diga”.
Amén.