Para ser un verdadero educador Marianista, es necesario responder al llamado de Dios, para vivir la Fe, de una manera especial; desde el servicio, el amor, la entrega, el compromiso, la fraternidad y la educación.
La Señora maría Eugenia Barros, llegó al colegio por invitación de nuestro recordado y querido Padre José Miguel Cañabate, quien vio en ella una educadora comprometida, y con una fe en Dios como la de pocas personas.
Llegó al colegio, como docente, pero luego, debido a sus destacada participación y formación académica fue nombrada como directora de enseñanza básica, desde donde hoy se despide.
Del currículum de la Señora María Eugenia o de su historia como docente, podemos escribir muchas páginas, pero, lo más importante en este momento es que en ella hemos encontrado el equilibrio de la ternura y firmeza, donde ser firme en las decisiones no implica querer menos, por el contrario. Esta firmeza, acompañada con ternura honesta, cariño verdadero, que nace de la Virgen María que habita desde siempre en su corazón es uno de su dones más preciados.
Gracias Señora María Eugenia, por tanto, que es casi imposible detallar, por que el Instituto Linares es y será en verdad, su casa, por el cariño, por el servicio, por su ser Marianista, por su vida que es testimonio del amor de Dios.
Gracias!!!!!