MENSAJE A LOS ALUMNOS LICENCIADOS DE LOS COLEGIOS MARIANISTAS
30 de Noviembre de 2010

Nos dieron una meta
Haremos un camino

A los nuevos y nuevas exalumnos marianistas de este año Bicentenario un saludo y un mensaje. El día de la graduación y antes de entrar en el sueño, me gustaría que resumiendo los muchos años de vida de colegio marianista, ustedes hubieran podido concluir: Nos han dado una meta. Alta; para valientes, para creyentes, para serviciales y solidarios, para emprendedores. Esa meta es como una obsesión para sus vidas. Algo que ustedes quieren encarnar y priorizar en su historia.

Y esa misma noche o al despertar del día siguiente de dentro de ustedes y de una manera entusiasta se hayan podido decir: Haremos un camino; el que nos lleva a esa meta. El que no es fácil pero deja con la alegría de hacer todo bien y para bien de los demás. El final de ese camino se confirmarían que el bien lo hicieron bien y el mal lo hicieron mal; no "acertaron" a hacer el mal. Buen resumen de una historia llena hasta de magia. Que así sea la de cada uno de ustedes.

La graduación de un colegio es también fiesta para los educadores. Espero que en esa misma fecha ellos hayan tenido una gran satisfacción y que se haya traducido en la alegría del deber bien hecho y así sea porque han sabido dar y poner exigencia y ternura, al menos semillas, en las vidas de los nuevos exalumnos. Cuando estas dos dimensiones van juntas se ayuda a crecer. Cuando hay que ser exigente se tiene que hacer con ternura y la ternura ha de ir acompañada de firmeza más que de pasividad. Podrían parecer actitudes contradictorias o que se excluyen. Sin embargo, en la vida de cada día la exigencia sin ternura o la ternura sin exigencia hacen deficitaria la tarea educativa. Para eso hay que ser maestros, ya sea en el colegio o en la casa. Y maestro no es el que enseña sino el que sabe y ese título no lo da ninguna universidad sino la vida; y la vida auténtica es una mezcla de ternura y de exigencia. Los maestros de esa talla suscitan discípulos, personas que desean ser y vivir por entero como persona lograda.

Para los exalumnos, una muy especial felicitación; estén contentos de ser fruta madura de un colegio marianista. Han hecho una primera etapa en la vida y la han hecho bien. Al verlos más de una vez he pensado que son jóvenes como es debido; son semilla y primeros brotes de hombres o mujeres logradas. Por haber sido hechos con exigencia y ternura saben pensar sin pretender tener siempre razón; saben que pueden contar con ustedes sin sentirse imprescindibles, saben vivir sin echarse en cara sus errores y fracasos, saben llenar cada minuto con sesenta segundos de vida y saben que se ama como se ha sido amado.

Suerte y protección del Señor y de María para los años que vienen y para toda la vida.

P. José María Arnaiz, SM

Superior Regional Compañía de María, Marianistas

Documentos

Galerías

Desarrollado por Iglesia.cl