A partir de las 18:30 horas comenzaron a llegar los participantes quienes llenaron el patio del colegio de saludos, abrazos y conversaciones que no cesaron hasta que sonó la campana llamando a la misa.
La eucaristía, que se celebró en la capilla del colegio, fue presidida por el padre Ángel Pardo y animada por la hermana Carolina Reveco y por un entusiasta coro de niños de Enseñanza Básica, dirigido por la profesora Leslie Huerta.
Se agradeció especialmente por la Congregación Marianista en su Bicentenario. Un momento muy emotivo fue el de las ofrendas, en el que, junto con la Biblia, se presentó ante el altar la fotografía del hermano Pedro Ortega, quien falleció en diciembre pasado. La misa finalizó con el himno del colegio entonado con emoción al compás del clásico acordeón de Juan Gutiérrez.
Posteriormente, en el casino, se realizó un breve ágape en donde hubo un momento para compartir con exalumnos y profesores, entre quienes estaban el Superior Regional de los Marianistas en Chile, el hermano José Pascual; la señora Norma Bertín, administrativa del colegio; y los hermanos Crescencio Fernández y Juan Arroyo entre muchos otros. Los más entusiastas se quedaron a la fiesta ochentera-noventera, actividad con la que concluyó el encuentro.