Que nos haya servido de impulso para que tal como le hemos rogado reiteradamente estos días al Padre Dios lleguemos a ser familia suya, hijos suyos, hermanos de Jesucristo y hermanos entre nosotros especialmente de los más vulnerables. A María, la Virgen del Carmen, le hemos pedido que nos acoja y que como ella sepamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo para que reinen siempre en nuestras vidas, familia y sociedad el
amor, la justicia y la paz.

Estamos ahora comenzando este mes de agosto dedicado especialmente a la solidaridad. Es el tiempo de poner en práctica lo que el año pasado, Año de la Misericordia, fuimos insistentemente invitados a practicar.

Nuestros niños y jóvenes, después de unos días de vacaciones han reiniciado su tarea escolar. Es importante que se sientan queridos y acogidos tanto en la familia como en la escuela, pero al mismo tiempo incentivados y animados a estudiar con entusiasmo y responsabilidad. Sepamos acompañarles con nuestro estímulo y ejemplo.

Seguimos orando por el Sínodo sobre los “Jóvenes, la fe y el discernimiento” que celebraremos este año en la Iglesia de Santiago.

Se nos acaba de anunciar la venida del Papa Francisco a nuestras tierras. Que su
presencia ayude a encontrarnos más entre nosotros y a vivir la alegría del Evangelio.

P. Alvaro Lapetra, sm Párroco

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