SALUDO DÍA DEL PROFESOR
14 de Octubre de 2010
Estimados educadores y educadoras de la Fundación Chaminade:

En esta celebración del día Profesor del 2010 no quiero que le falte a cada uno de los que integran la Fundación Chaminade un saludo personal con el deseo de paz y alegría. Un saludo que se convierte en un gracias muy sentido por lo que son y lo que hacen por la educación marianista.

Es la celebración del año del Bicentenario. Un año como nunca para pensar en Chile, para creer en él y amarle con pasión; para evocar su alma, su camino de nación, los diferentes pueblos que lo integran, lo que surge de la profundidad y de la altura y lo que nos llega de lo que está cerca y de lo que está lejos. Les invito a leer "Una mirada a la escuela chilena, entre la lógica y la paradoja"; es la historia apasionante del esfuerzo educativo en Chile. Esfuerzo que ha alumbrado el camino de hombres y mujeres que forjaron, desde la base, los cimientos de la República.

En esta celebración no puedo menos de invitarles, también, a dirigir su mirada a los 33 mineros de Copiapó. Además de un triunfo de la tecnología, esta hazaña se alza desde el desierto como una lección de vida para la humanidad entera. Una prueba de que cuando los hombres se unen a favor de la vida, cuando ofrecen conocimiento y esfuerzo al servicio de la vida, la vida responde con más vida. Aquí no se trabajó buscando oro, petróleo o diamantes. Lo que se buscaba era vida. Y la vida brotó con 33 chorros inmensos. Todo ello coincide con esta fecha en que celebramos la vida de los educadores chilenos y fácil nos resulta la invitación a que en cada profesor de la Fundación haya los mejor de nuestros 33 mineros. El buen educador como el buen minero no necesita monumento, necesita cantar y que le canten el elogio de la vida.

Una vez más, para todos y cada una y cada uno salud, proyecto de vida, trabajo sano y generoso, calor de familia y fe esperanzada. Queremos que el Departamento de recursos humanos de la Fundación cobre más fuerza en el año que viene y les ayude en su realización personal y profesional. Y todo esto lo recogen muy bien unos versos que creó e hizo vida un marianista, un gran educador, un hombre de la Pampa argentina, que supo juntar muchos años y darles calidad de vida, Don Calixto Menoyo:

Vida honesta y arreglada;
Usar de pocos remedios
Y poner todos los medios
De no apurarse por nada.
La comida moderada;
Ejercicio y diversión;
No tener nunca aprensión;
Salir al campo algún rato;
Poco encierro; mucho trato
Y continua ocupación.

Que esta décima les acompañe ya que tiene mucho de la mejor tradición marianista y del evangelio.

José María Arnaiz SM
Presidente de la Fundación Chaminade

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