Sus cartas y sus pensamientos frente a los ojos y el corazón de estudiantes, docentes, asitentes de educación, padres, madres, apoderados/as y abuelito/as. El espíritu de María reunido para orar por la paz del mundo y en especial de Colombia. El espíritu de Jesús estuvo presente para escuchar nuestros ruegos personales y para decir Gracias, Soy Marianista, Somos Marianistas.
El 5 de octubre recibimos muy temprano en la mañana el ícono desde la RUCC -obra marianista consagrada a la vida universitaria- y lo compartimos hacia finales del día con la comunidad de religiosas en Puente Alto.
Fue un día para no olvidar, oración y silencio, respeto y adoración, mística y credo, oraciones y convicción.
Gracias por al Año del Bicentenario y nos preparamos para peregrinar a la puerta Santa en el Templo Votivo de Maipú.