El último viernes de agosto, para cerrar de la mejor manera el mes de la solidaridad, se realizó en nuestro colegio la tradicional “Cena para un Hermano”.
Uno de los asistentes, que este año fueron más de cincuenta, comentó, mientras era atendido, diciendo “… me gusta venir, porque me siento querido…”. En el encuentro verdadero, personal, con el otro, Cristo se hace presente y no cabe duda, que en esta actividad Cristo se hizo presente en cada momento, en la recepción, en el momento de la oración de bendición de la mesa, cuando se sirvió la comida y al final cuando la alegría de compartir entre hermanos se manifiesta con los abrazos de despedida.
En agosto, mes de la solidaridad, recordamos y damos gracias por la vida de San Alberto Hurtado, pero también seguimos reflexionando, sobre la solidaridad como actitud permanente, es por eso que este Cena, es una actividad dentro de un trabajo mayor, para vivir la solidaridad en cada día, donde nos encontremos y especialmente con el hermano que sufre.
Que alegría servir, que alegría amar, que alegría encontrarnos con Cristo, en el Instituto Linares, vivimos la alegría de la Fe.