Al terminar sus estudios del colegio comenzó su vida como religioso, “motivado especialmente por el testimonio de los mismos religiosos que conoció en el colegio, su libertad, su paz, su disponibilidad, su discreción, su vida tan sencilla, pero sobre todo su alegría y su amor por todo lo que hacían”.
En su vida marianista ha vivido en varias ciudades de España, en distintas comunidades, siempre en torno a algún colegio de la antigua provincia marianista de Zaragoza. Ha sido responsable de pastoral en dos de ellos unos cuantos años y director del Colegio Bajo Aragón. Actualmente integra el equipo de trabajo que tiene el gran desafío de fundar el primer colegio marianista en Brasil, un lugar de misión donde hasta ahora se había hecho un gran trabajo en la educación no formal.
¿Cuáles fueron las motivaciones y objetivos de tu visita a Chile?
La razón fundamental de mi paso por Chile fue la visita de los colegios, de la propuesta educativa que los marianistas tienen en este país. No he tenido demasiados días, pero al menos me he podido asomar a la gran riqueza educativa marianista que existe en esta región del mundo. Hubiera necesitado más tiempo para acabar de aprender y de profundizar en todos los proyectos y propuestas que hay en los centros, pero al menos me ha dado para llevarme una visión general, para conocer a mucha gente y percibir la grandísima vida que hay en los centros marianistas de Chile.
¿Nos puedes comentar qué es lo relevante que has visto en nuestras obras educativas?
Lo cierto es que muchas de las cosas que he visto y percibido en las obras educativas, son muy comunes a las que he visto en los centros de otras partes del mundo, lo que quiere decir que las cosas se están haciendo bien. En Chile uno percibe con mucha fuerza la gran acogida que se da en sus centros, lo cómodos que están los alumnos y las familias, el buen ambiente que reina, la exigencia y buena preparación, la grandísima oferta educativa, pastoral, deportiva y de otros ámbitos… se percibe con mucha intensidad que el alumno está en el centro del proyecto, que es lo que importa y que se trabaja por, para y, en algunos casos, con ellos.
Sabemos que estás visitando colegios marianistas en diferentes partes del mundo, preparando la fundación del primer colegio en Brasil. ¿cómo ha sido esa experiencia? ¿cuáles son los planes de los marianistas en Brasil?
Efectivamente, llevo prácticamente 8 meses viajando por el mundo y conociendo diversas obras educativas marianistas en distintos países. La experiencia ha sido muy, muy, muy rica, muy interesante en todos los aspectos, pero bastante agotadora. He visto obras muy diversas, en lugares distintos, contextos variados. He hablado con gente de lo más interesante sobre pedagogía, sobre disciplina, sobre pastoral, sobre gestión financiera… y he aprendido una barbaridad de cada lugar. Realmente soy un afortunado por haber tenido esta gran oportunidad de conocer tantos lugares y tanta gente. Ahora llega el momento de descansar, de volver a todo lo vivido, todo lo escuchado y todo lo visto e intentar sacar enseñanzas que sean valiosas para el nuevo proyecto de Brasil. Se están haciendo muchas cosas bonitas e interesantes a nivel educativo marianista en el mundo entero, ahora se trata de saber cómo concretar todo lo aprendido y todo lo vivido en la construcción del primer colegio marianista de Brasil. Es un proyecto grande, ambicioso pero en el que los marianistas estamos poniendo mucha ilusión y mucho trabajo. Creo, sinceramente, que tenemos mucho que aportar a nivel educativo a la sociedad brasileña en este momento así que, con mucha humildad, estamos comenzando con este proyecto, Colegio Chaminade –Baurú-. Los marianistas llevan ya 40 años en Brasil trabajando desde las parroquias y desde las favelas con la población más desfavorecida del país. Después de un discernimiento, hemos visto que puede ser el momento de dar el salto a la educación formal, abriendo un colegio nuevo que eduque a chicos y chicas desde 1 año hasta 18 con el estilo marianista. Esperemos acertar en la propuesta y que las familias brasileñas nos vayan confiando la educación de sus hijos e hijas.
¿Qué impresiones te quedaron del Congreso Latinoamericano de Educación Marianista realizado en Lima hace unos días?
Tengo que decir que, probablemente, de todos los participantes, fui el que más aprendió en el Congreso porque era, de todos, el más nuevo. Venido de España, recién aterrizado en Brasil, toda la realidad educativa marianista de Latinoamérica me resultaba nueva. Esto quiere decir que me ha abierto todo un mundo nuevo, que se me han abierto nuevas puertas, nuevos horizontes y nuevas personas con las que, a partir de ahora, espero seguir trabajando y en las que espero poderme apoyar para llevar a cabo la misión que tengo encomendada en Brasil. He vuelto tranquilo de ver toda la vida y buen hacer educativo marianista que hay en este continente. Estoy muy contento de formar parte de todo ello ahora y de, humildemente, poder aportar lo que pueda para seguir enriqueciendo toda esta realidad latinoamericana.