La denominada “gamificación” es una de las técnicas educativas que se aplican cada vez en más aulas. Se trata de utilizar juegos y dinámicas en entornos no lúdicos, con el fin de potenciar en los alumnos valores como la motivación, la concentración o el esfuerzo. Depende de la habilidad del profesor conseguir que todos los alumnos entren en la dinámica y disfruten de ella. Y en este caso, Daniel Pajuelo aprueba, y con nota.
Religioso marianista, tuitero, ingeniero informático, rapero y profesor de Religión en el Colegio Amorós, Pajuelo explica a Vida Nueva cómo llega a introducir Minecraft en sus clases: “Mis alumnos me hablaron con fervor de este juego. Y aunque siendo honesto, no me atraía nada, entre mis convicciones como educador está la de esforzarme por comprender sus inquietudes, por lo que no comprender qué pasaba con Minecraft me creaba cierta frustración”. Así que se puso manos a la obra, y se encerró a jugar: “Fui comprendiendo que la clave estaba en soñar, en ver más allá de los bloques, en imaginar estructuras y aventuras que vivir y en ponerse manos a la obra para realizarlas. Al terminar, sabía con certeza que introducir este videojuego en el aula no solo era posible, sino que sería una revolución”.
El gigante Microsoft llama a sus puertas
Cuál fue su sorpresa cuando Microsoft se interesó por el Colegio Amorós: “Microsoft andaba buscando centros que hubieran implementado el juego en las aulas, dio con nuestro proyecto y vinieron a verlo”, explica Daniel Pajuelo. Pero la cosa no se quedó ahí: ha sido el propio CEO mundial de Microsoft, Satya Nadella, quien ha querido visitar el Amorós en persona. Así, el 24 de febrero, Satya Nadella, Rafael van Grieken (consejero de Educación, Juventud y Deporte) y Pilar López (presidenta de Microsoft Ibérica) acudieron al centro para conocer de primera mano a Pajuelo y sus alumnos. “No deja de ser un signo que Microsoft haya elegido un proyecto de la asignatura de Religión dirigido por un sacerdote, Dios sabrá por qué”.
De momento, la multinacional estadounidense va a ofrecer formación sobre Minecraft a todo el colegio: “Queremos que sean varios los profesores que puedan experimentar con esta herramienta en sus clases”, explica Pajuelo, quien espera que su centro se convierta en “un colegio piloto, para aportar nuestro granito de arena estimulando a otros centros a sumarse a la innovación”.
Un colegio patas arriba
Y la revolución llegó al Amorós: Pajuelo comenzó a principios de curso con los alumnos de 1º de la ESO construyendo una iglesia y subiéndolo a su canal de YouTube (toda la información está disponible en su web www.zonaminecraft.info).
Siguieron los alumnos de 2º y 3º de la ESO, para los que contrató un servidor en la nube para que se conectaran desde casa: “Puse algunas reglas del juego y ellos comenzaron a construir. Lo sorprendente fue que un grupo de tres alumnos decidieron realizar una réplica del colegio impresionante. Ahora, los tres son administradores de un servidor donde juegan más de 30 alumnos, hacen sus propias construcciones, se ayudan unos a otros, y de vez en cuando grabo con ellos gameplays (partidas) educativas para el canal de YouTube”.
Fuente: Vidanueva.es